EL ESPEJO DEL CUERPO
PRÓLOGO
Me interesa sobre todo el cuerpo humano, como soporte artístico donde poder transmitir y donde pueda ser recepcionado el hecho artístico, el volver a vivir la experiencia artística subjetiva del artista. Esa subjetividad del artista versus la empatía del espectador. Cada uno con un bagaje de vidas diferentes pero que se unen en este punto en común, y surge la pregunta: ¿Por qué el cuerpo humano despierta tanto interés?
En mi propia experiencia vivencial el cuerpo es un medio de comunicación: expresamos con él diferentes situaciones: si estamos vivos, dormidos, activos, nuestro ánimo, nuestra personalidad, la actitud al caminar, sentarnos , acariciar y amar, emociones tales como enojo, desgano, depresión, ansiedad, alegría e interés o desinterés, son solo algunas, actitudes como estar con brazos cruzados o ser asertivos en una conversación pueden hacer que nuestro interlocutor entienda nuestro grado de interés en la comunicación.
En nuestra cultura occidental actual, el cuerpo y su representación es sin duda muy diferente, estamos siendo bombardeados constantemente por imágenes de cánones de belleza corporales en las publicidades y el comercio, desde una modelo en las pasarelas a la de deportistas publicitando una marca deportiva el cuerpo es mostrado, comercializado e identificado de forma masiva.
En el medio artístico con el arte conceptual, el figurativo y el contemporáneo la figura humana se ve muy distinta a las representaciones clásicas, en algunos casos es casi imposible encontrarla. No es que sea malo o bueno, o que sea correcta o incorrecta, creo más bien que es el devenir de una mirada, una más evolucionada y madura.
En algunos encuentros y charlas con diferentes docentes se hablaba de la inmadurez de los que aún continuaban representando la figura humana clásica y que la abstracción de la figura humana constituye una evolución al que el artista debía llegar.
El cuerpo humano es entonces un soporte y un espejo donde el espectador pueda o no, sentir empatía y comprender el estado de ánimo y las emociones que el artista intenta expresar.
En este recorrido que me ha llevado años he transitado por representar la figura antropomórfica desde la abstracción de dicha figura a una representación más acabada y clásica, con la que poder expresar diferentes sentimientos y situaciones de mi propia vida.
Por tal razón a muchas de ellas no les he puesto título, ya que un para-texto no contribuye a la interpretación del espectador, que es quien da con su subjetividad el acabado final a la obra.
El cuerpo entonces es para mí una excusa, un cómo decir lo que quiero, mientras otros usan el pincel, la gubia o el cincel sobre diferentes soportes como el lienzo, la madera o el mármol respectivamente, yo solo los uso como un medio para llegar a otro más importante, no es la materia ni la herramienta , es el cuerpo la materia y es el cuerpo la herramienta, la materia sea barro, lienzo, madera, o mármol puede que dialoguen con la materia a la que he llamado cuerpo y le da un significado. La herramienta del cincel en el mármol, el pincel en el lienzo, o la gubia y el formón en la madera están trabajando sobre otro, el ser vivo, humano, que en tal caso podríamos comparar con una herramienta: El Cuerpo.
En el transcurso de mis siete años en la Facultad de Artes he encontrado diferentes puntos de interés e inflexión, algunos como la desmaterialización del objeto, la pérdida de autoría, y diferentes técnicas como el minimalismo, arte de instalación, la performance. Han abierto un nuevo abanico de posibilidades nuevas.
Referentes como Félix González Torres con su obra “Amantes Perfectos” en donde no existe el gesto o rastro del artista o su obra "Untitled (Perfect Lovers)" donde el cuerpo humano en movimiento está en exposición. Su Qué decir es tan impactante como emocionante.
Desde que el arte de acción nacido en los años 1920 con el dadaísmo y el surrealismo, en montajes artísticos como el collage y el Assemblage; el movimiento cobró mayor importancia en los años 1960, con grupos como Fluxus y Gutai. Entre las múltiples formas de expresión del arte de acción figuran el happening, la performance, el Environment y la instalación con las que me siento identificado. Y los referentes más representativos son: Allan Kaprow, John Cage, Joseph Beuys, Wolf Vostell, Nam June Paik, Jim Dine, Red Grooms, Alejandro Jodorowsky, Roy Lichtenstein, Youri Messen-Jaschin, Marta Minujín, Claes Oldenburg, Yōko Ono, Robert Rauschenberg, Daniel Spoerri, Laurie Anderson, Christo y Jeanne-Claude, Anish Kapoor, Spencer Tunick, Guy Bleus, Yolanda Domínguez y Juan Casellas entre otros.
Debido a que dichas exposiciones del arte de acción por su característica efímera solo se encuentran en registros fotográficos o en audiovisual, no hay forma de vivenciar esas obras lo que las hace únicas, esto llamó mi atención, es para mí la desmaterialización del objeto propiamente dicha o se transforma en un objeto nuevo que es su registro.
El cuerpo es vehículo y objeto, y como un objeto en el espacio, tridimensional, es para ser recorrido, pero a su vez recorre ese mismo objeto el espacio, comparte con el intervencionismo el dialogar con el espectador, este se ve interrumpido en su cotidianidad, ya en un lugar público de tránsito o en un museo o en una sala de arte el observador debe hacer un alto y da su atención a la acción hasta que termina y poder continuar su rumbo. Puede ir acompañado del habla, o simplemente la acción transcurre frente al espectador, en cualquier forma es el artista su objeto, el objeto tridimensional que interactúa en el espacio. Puede ser planificado o no, pensado o espontáneo, etc, pero contiene un guion desde donde el artista puede dar un comienzo, un desarrollo y un final, y sus transiciones más o menos definidas. Aunque el resultado no necesariamente sea el mismo ya que depende de la interacción con el espectador y su reacción a la acción del artista.
Considero por tanto que existe una analogía entre la performance o al arte de acción como si se tratara de una escultura, porque podría considerarse, podría percibirse analógicamente, desde el punto de vista de una escultura antropomórfica naturalista, realista, y efímera. Escultura, porque el cuerpo humano como objeto es tridimensional y es un cuerpo en el espacio; antropomórfica, porque como la palabra lo indica es un cuerpo o tiene la forma humana, naturalista y realista porque es propiamente un cuerpo humano natural y real, no hay hiperrealismo, ni es figurativo ya que no pretende ser, es. Efímero, porque la acción una vez terminada ya no volverá a repetirse de igual manera.
Puedo describir de mi experiencia personal, como la del artista frente al espectador, si bien hay algo que decir de parte del artista, y el espectador deberá desentrañar, no es fingido o actuado. No se trata de que sea simplemente improvisado, sino que contenga un guion más o menos acotado, desde el artista que es honesto en sí mismo.
El arte de acción o la performance, en cierta medida, mirando desde la perspectiva que estoy proponiendo, es para mí como si fuera una escultura de la persona frente a la mirada del espectador y, en ese caso, puedo establecer un puente comparativo convirtiéndola simbólicamente en algo semejante a la escultura no tradicional.
Es el cuerpo humano en su máxima expresión y que se convierte en el espejo del espectador, compartiendo con el teatro y el actor ese momento de catarsis o empatía que el observador pueda vivenciar en esa experiencia artística.
Yo he tallado madera, modelado arcilla, moldeado y colado en diferentes materiales, tallado y esculpido, con el único fin de hacer un espejo del cuerpo que guardara en él un momento único en mi vida. Al descubrir la performance, el intervencionismo y la instalación, jugando con el espacio, con los cuerpos en el mismo, con mi propio cuerpo en el espacio frente a la mirada atenta del espectador, pude visualizar la magia de la performance, mi cuerpo como una escultura que tenía algo que decir. Las devoluciones de dichas experiencias llenaron mis expectativas.
Es junto a la Magister Marina Cultelli, quien está a cargo de la materia optativa Espacio Escénico/Performance, junto a compañeras y compañeros, docentes y profesionales de video como Lic. Juan Bulmini y un grupo de quince a veinte personas con las que he comenzado este camino de la performance.
En el marco de El Teatro del Fin del Mundo que se realizó en el 2015,2016 y 2018, se llevó a cabo la obra “DESAPARECIDOS”, obra de Marina Cultelli, que toca el momento histórico de la dictadura cívico militar del Uruguay de la década de los '70, en lugares no convencionales y en diferentes instancias, allí colaboré en el diseño y la realización de vestuario e iluminación, pero también actué como un actor performer, dentro de la obra estando presente en escena durante todo el desarrollo escénico de una hora de duración, interactuando primero con actrices y bailarines profesionales, luego con el público.
La experiencia fue enriquecedora y muy reveladora para mí. El grupo, conformado por más de veinte personas entre estudiantes y profesionales, cumplió con varias funciones programadas ese mismo año y el próximo. Las mismas formaron parte de las prácticas de extensión universitaria del Taller Laborde, contribuyendo a la celebración de los doscientos años de Canelones, entre otras.
La próxima obra performática que actué, donde fue abordado la temática de violencia género, es “Soledades”. Junto a actrices y compañeros de Facultad de Artes hicimos esta obra de autoría de Marina Cultelli, que se mostró en diferentes eventos en el interior así como en la ciudad de Montevideo, en el Encuentro Nacional de Mujeres realizado en la Intendencia de Montevideo en homenaje al 8 de marzo, “Día Internacional de la Mujer”, y también en otros lugares.
A partir de estas estas experiencias me animo a hacer mis primeras performances individuales, o esto quiere decir que mi proceso va desde lo colectivo a lo individual, sin descartar que en adelante continúe la realizaciones de performance de una u otra forma.
La primera performance individual, avance de proyecto de tesis, en el Taller Paralelo de Libre Orientación Estético pedagógico Laborde o Taller Laborde frente a docentes y estudiantes en el 2016.
La acción transcurre dentro del taller, la música de las “Cuatro Estaciones” de Vivaldi y una luz a nivel del piso hace de preámbulo, entrando al taller con una bufanda tejida en mis brazos, de traje negro y corbata, camino mirando a cada uno de los estudiantes y docentes sentados que miran extrañados y atentos en silencio, me saco los zapatos, extiendo la bufanda delimitando el espacio, y comienzo a luchar con mi ropa, deshaciéndome forzosamente de ella, al ritmo de Vivaldi y sus cuatro estaciones, invierno, la tensión aumenta, el saco, la camisa, la corbata ya no son ropas, son cadenas, el cinturón una serpiente, y las vestiduras pieles, una vez que quedé desnudo y en el suelo, tome una aguja de crochet y comienzo a tejer más la bufanda que traía al principio, cubriendo mi desnudez y comienzo a preguntar: ¿te gustó? ¿ te gusto? Yo también soy esto. Terminando la performance.
Reflexiones del público:
“lograste que tu cuerpo fuera una escultura”
“me lograste emocionar”
“cuando alguien logra llegarme, no olvido a la obra ni al artista”
“no creí que fueras tan profundo”
En el 2017 realicé “El Juicio”, una performance autobiográfica de la relación entre mi padre y la circunstancia de mi niñez y adolescencia, donde cada espectador, alumnos y docentes debían sentarse un instante en mi silla y vivenciar esas diferentes etapas de mi vida.
La acción comienza cuando me golpeo el pecho y unas bolsitas con una sustancia que imita la sangre comienza a desparramarse, con una tijera comienzo cortando trozos de mi ropa “ensangrentada” que voy entregando a los espectadores, mientras explico el nombre de la performance, hasta destruir mi ropa, al quedar totalmente desnudo, me pongo unas vestiduras improvisadas a modo de poncho, similar a una toga griega, de color rojo y comienzo a interpretar las palabras de mi padre y mis respuestas, invitando a cada espectador a tomar mi asiento, cada uno va siendo objeto de mis diálogos y cada uno va reaccionando según mis palabras , lágrimas, risas, silencios, se van dando diferentes momentos, nueve minutos de este ir y venir donde voy recordando momentos importantes hasta la muerte de mi padre. Fue realizada en el 2017 en el Taller Laborde frente a estudiantes y docentes del taller.
Respuestas:
“no podes hacerme llorar así “
“te amo y te quiero”
“me emocioné mucho”
“muy fuerte”
“tienes que trabajar más la auto ficción “